EL MISER DEL CARAMELO Y EL ROMPECABEZAS DEL REGALIZ

Capitulo 2

Pero este primavera Snickchoo tenía más pedidos para los relojes de cuco tallados y los palillos y las placas de cena y las figurillas que caminaban que él podrá manejar. También su trabajo fue interrumpido más y más con frecuencia por el gañido para la ayuda de un vecino (en La Oleada del Impulso).

Una vez que Snickchoo fuera detenido por una semana, incorporándose con -- o, algo, sentando abajo sobre Glump El Velador -- mientras que la esposa de Glump se apresurá su chicloso-fabricacián mensual. Ella acometiá adentro con un chicloso lengu!eta-lleno apenas en hora de mantener el Glump chicloso-chiflado de la ascensión la chimenea la búsqueda del amplio-tirón.

Entonces, cuando Snickchoo tambaleado, drenado y lo cansa, en su choza, descubriá eso (¡otra vez!) sus caracoles se habéan rayado apagado para competir en una reunión de la pista en el Dell bosky, dejando su calendario en desorden,

CÃómo era él para recordar los días restantes hasta la primera luna oscura después de levantarse pasado de la Perro-Estrella momentos antes del salida del sol?

Desesperadamente improvisando, Snickchoo anudaron sus cordones negros (como cordones del regaliz) para cada día que él recordá. En el medio de su trabajo, él contaría en varias ocasiones adelante los días restantes hasta la oscuridad del gran impulso, emparejando días con los botones de madera tallados de su chaqueta.

Inesperado, allévino una medianoche sola en que Snickchoo trabajó cariósamente sobre el jefe de los sassafrass de una barra de revolvimiento gigante para El Festival de La Sidra del Otoño. ¡Snickchoo fue agarrado repentinamente con un calambre crecimiento en el bombeo medio de su vientre bandy! ¡Un calambre que se arrastrá como un hierba-cangrejo cransó! ¡De los clavos de esto toca con la punta del pie a sus lóbidos de oíos!

Snickchoo caído el cuchillo y tallar tardamudeo en miedo. Él sabía inmediatamente la importacián de esta crisis. Debido a esos caracoles abandonados que competéan en la reunión de la pista en el Barranco Bosque, él pista perdida de los días. Él tan no pudo cuidarse con los engulles alexifármacos del regaliz en los intervalos regulares. ¡Ahora el gran impulso aflojado!

Fuera del control, Snickchoo rasgado el pecho del regaliz de su cerradura debajo del banco de trabajo y agarrado los cordones que destellaban del caramelo escarchado. ¡Ay! En una crisis ordinaria, este almacén del regaliz habría durado hasta que bajá el amanecer rompiá encanto. Pero ahora, en esto nunca-antes-nunca-pensamiento-sobre crisis, el regaliz desaparecido en una manada de engulle, mientras que el obstaculizar-cangrejo se arrastrá sobre su cuero cabelludo!

Snickchoo funcionó el grito de su choza. Abajo huecos, colinas ascendentes. Azotado por los miembros, las piernas rasgadas por los cockleburrs y las espinas del árbol. Pino-agujas que abarrotan en su boca como castigo para contrariar su ague del apetito. Hora por hora, como un deseo que atormentaba para el REGALIZ lo atormentá, él todavía recordá buscar las copas de árbol del este para los dulces verdes amarillos rosados del amanecer que rompería esto cayá encanto repentinamente su corazón saltado en el centro de su vientre. ¡Escuche! Las notas de la abertura de la malva del mazapán, en cantar dulse su primavera-rondeau para despertar el sol. ¡Lo ahorraron!

Gritando felizmente, Snickchoo giró alrededor de demasiado rápido, disparado y bajó sobre una raíz vagabunda. Sin aliento, entumecido, temblando en la confusión, él realizado lo era arrastrado encima de la trayectoria a una casa. Él Miser del Caramelo lo tenía en esclavo! Arrastrando su forma desgraciada hacia los miembros caramelo-derramados de un hogar!

Waggling blando, el aquiver de las ventanas de la nariz, Snickchoo perfumado que todavía lo arraigan se atreviá no la cara. Él cubriá sus ojos en protestations salvajes. Pero El Miser del Caramelo destapó su cara, colgando despiadadamente sobre la lengüeta roja ofrecide de Snickchoo los cordones del regaliz que él deseó.

superado, Snickchoo chillado y gnashed el paquete en dos. Arrebatando puñados de telas cruzadas snaky dulces, él funcioná de la cabina, tartamudeo y engulliendo, en el regaliz de la noche.

El Miser del Caramelo encontró Snickchoo, en la cuesta de la colina, escuchando las notas plaintive pasadas del primavera-rondeau de la malva del mazapán, pues el sol se levantó en un splendor del dulce de azúcar del divinitud. Tomando los cordones sin comer que Snickchoo deseó no más de largo, El Miser del Caramelo sumó la cuenta.

"Usted sabe que usted debe compensar. ¿Usted conviene? Entonces firme here!"

Escritura su "Snickchoo" sin la lectura del compromiso, recibiendo la copia rodada del corteza de abedul, el slunk deshonrado de Gelf tristemente a su choza.

(¡Aliste para Capitulo 3?)