SUGARENCIAS PARA TAMS (del cuademo de Esther, 9/5/94)

En 1978, mientras que atendía a un curso en "Poblaciones Especiales". como el Departamento Interior de ESTADOS UNIDOS nombró a individuos lisiados o "inusuales". Primero oílas de los términos, "tam", siglas para la gente "temporalmente ambiente mótil". La teoría era que cada una pudo llegar a ser lisiada en un cierto momento en su vida, pero ahora, aplicado "sano". Un tobillo quebrado, pierna, cadera tomaría uno del "sano" y haría a esa persona inhabilitada. Por lo tanto, este artículo se trata a TD, las personas "temporalmente lisiadas". La enfermedad o la inhabilidad puede ser devas tadora. Puede arruinar su futuro a menos que usted tome la ofensiva y trate la como desvío más bien que una carretera nueva.

Esto vino a mí esta mañana mientras que intentó comer los varios alimentos que probaban la semana pasada justa maravillosa. La diferencia: la inhabilidad temporal llamá la quimioterapia, que hizo mi gusto cambiar en un día. Los huevos, hace dos días preferidos, ahora son anatema. queso poner crema "delicioso" y un panecillo. Y un desvío se decreta tan, no una carretera nueva llamada násea y desastre.

Dos combates con el cáncer de pecho en los doce años pasados con su radioterapia acompañante de la quimioterapia y me tienen demostrado que el segundo plato de la vida se puede perseguir con los desvíos molestos pero cortos del viaje emprendido ya.

Yendo de nuevo a los aƱos 20 cuando el lio, entonces una enfermedad temida y fácilmente contraída, paralizó mi lado izquierdo y parte de mi pierna y pie derechos, recuerdo meses en el hospital, enyeso moldes, y nunca duelo a todos como camino lateral, como cambio completo en direction.

Usted, que son "tams", ahora, guardo al camino recto, pero sea seguro detour apenas bastante para conseguir con la crisis; recordando de "caña pensamiento" del Blaise Pascal que se dobla, no el roble de Antonio Machado que adapta la tormenta.

Después de Universidad, de la unión a "Johnny querido", por lo menos de un tobillo quebrado, y de dos hijos maravillosos, me caí sobre el lado de una colina en Puerto Rico en una universidad, cuando se derrumbó un pasamano de bambú descompuesto, rompiendo un fémur izquierdo ya débil. Éste se parecía el extremo de la carretera a este punto.

Pero, withal el dolor extremadamente de tirar que la pierna izquierda derecho, mi tres-año-viejo hijo pequeño fue abajo de una colina oscura escarpada a conseguirme un poco de agua -- en una casa oscura, porque él me oyó que decirme tenía sed. En ese momento, sabía que la carretera no debía ser divertida. Debido a ese muchacho, y toda la gente cariñosa, no podía ser el final del recto road.

En el cuarto del hospital, la visión estaba de árboles ostentosos del escarlata brillante en el patio de una escuela primaria. En la tracción, incapaz incluso volcar, miraba adelante para ahuecar cuando los niños brillantes, sonrientes vinieron jugar y combatir en duelo con uno a con las vainas negras gigantes de los flamboyants (también conocidos como el Poinciana real).

[Aquí termina el expediente.]